Acuerdo de Múnich
Los acuerdos de Múnich fueron aprobados y firmados durante
la noche del 30 de septiembre de 1938 por los jefes de gobierno de Reino Unido,
Francia, Italia y Alemania, con el objeto de solucionar la Crisis de los
Sudetes.
Por mediación del dictador italiano Benito Mussolini (y a
iniciativa de Hermann Göring), el primer ministro británico (Arthur Neville
Chamberlain) y su homólogo francés (Édouard Daladier) aprobaron la
incorporación de los Sudetes (pertenecientes a Checoslovaquia) a Alemania,
debido a que la mayor parte de sus habitantes eran de habla alemana. Ningún
representante de Checoslovaquia estuvo presente. El Reino Unido y Francia se
mostraron complacientes con los deseos de la población alemana de los Sudetes y
consideraban este acuerdo como una revisión parcial del Tratado de Versalles.
Especialmente se pretendía evitar una nueva guerra, a pesar de poner en gran
peligro la existencia de Checoslovaquia.
Comentarios
Publicar un comentario